Cuando te vas.

Y es que es verdad.
Admitamos de una vez que la cama se me hace grande si tú no estás.
Digamos que el vacío de las sábanas no me consuela en mis noches, ni en mis días, ni en el café de las mañanas.
A pesar de tus ronquidos, a pesar de los ruiditos de tu boca, a pesar de que te sumes en un sueño movido y angosto. Sin importar ya los sudores, el extremo calor, el poco espacio que se interpone entre tu cuerpo y mi alma.
Pero echo de menos encontrar tu mano en mi cintura en mitad de las noches, escuchar un te quiero fundido en la oscuridad. Cuando no estás, echo de menos tu pecho, tu calor, tu frío. Los buenos días se me atragantan, el café no me sabe igual.
Es verdad, demasiado verdad. La cama se me hace grande, cariño, cuando tú no estás.

1 comentario:

  1. Que decir, cuando tus palabras dicen todo lo que siento, es tan sincero, tan profundo, que sólo puedo derretirme entre tus líneas. Precioso.

    ResponderEliminar